El libro de Deuteronomio contiene tres discursos de Moisés dirigidos a Israel. El contexto en que fueron pronunciados nos ayuda entender el significado de los mismos para la audiencia original y, por consiguiente, para nosotros hoy.
Los primeros 8 versículos del primer capítulo nos dan mucha información acerca del contexto.
Éstas son las palabras que habló Moisés a todo Israel a este lado del Jordán en el desierto, en el Arabá frente al Mar Rojo, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizahab (v. 1).
Este versículo contiene tres cosas importantes:
1. La identidad del autor: Moisés
A partir de Éxodo 3, hemos visto el ministerio de Moisés. Ha sido el líder del pueblo de Dios y su salvador por los eventos del Éxodo. Ha hablado con Dios y ha comunicado a su pueblo la palabra y voluntad de Dios como un profeta. Ha presentado ante Dios las peticiones y confesiones del pueblo y ha regañado a éste por su desobediencia. Y ahora, como líder, está al frente del pueblo.
2. La identidad de la audiencia: todo Israel
Según Génesis 12, sabemos que Israel es una nación única porque es el pueblo de Dios, mi especial tesoro sobre todos los pueblos (Ex 19:5). Es la nación de las promesas, y tiene un papel único en el plan de Dios que es redimir su creación (Gn 12:3). La nación fue redimida de la esclavitud en que se encontraba en Egipto por los grandes juicios de Dios (Ex 7:4). Por ser la nación de la promesa y después de la redención ha recibido la ley de Dios. Israel tiene una relación única con Dios y ahora se encuentra frente a Moisés para recibir la palabra de Jehová.
3. El lugar geográfico de los discursos: el Este del Jordán
El lugar de los discursos de Moisés es la orilla oriental del río Jordán. El significado de este lugar es la orilla opuesta, porque el río Jordán es la frontera de la tierra prometida. Por sus palabras al patriarca Abraham, Jehová le dio a Israel la promesa de la tierra propia, la tierra prometida. Por los discursos de Deuteronomio, Moisés va a enseñar a Israel el significado de esta tierra, pero por esta introducción, sabemos que Israel tiene una gran expectativa para su nueva vida, la vida que es el propósito del éxodo (Ex 3:17).
Pero, los próximos versículos (2-3) nos presentan un problema.
Once jornadas hay desde Horeb, camino del monte de Seir, hasta Cades-barnea. Y aconteció que a los cuarenta años, en el mes undécimo, el primero del mes, Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová le había mandado acerca de ellos…
Estos versículos nos dicen que para el viaje desde Monte Horeb (Monte Sinaí) hasta el lugar donde está Israel, se necesita 11 días. Pero han pasado 40 años desde la salida de Monte Horeb. La pregunta es ¿por qué un viaje de 11 días necesitó 40 años?
La historia de Números nos da una respuesta sencilla: rebelión y juicio. El pueblo rechazó la palabra de Dios acerca de la entrada a la tierra prometida, y el resultado fue el juicio divino.
En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto. Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo (Nm 14:33-34).
Este periodo de juicio es muy importante para nuestra comprensión del libro de Deuteronomio, porque nos dice que la audiencia de los discursos de Moisés es la segunda generación después del Éxodo. No es la generación que experimentó las grandes obras del Éxodo ni los eventos espectaculares del Monte Sinaí. No ha visto las plagas ni la división del mar rojo. Esta generación no ha experimentado la historia de la redención. Por eso, Moisés necesita enseñarla.
De este lado del Jordán, en tierra de Moab, resolvió Moisés declarar esta ley, diciendo… (v. 5)
Los tres discursos de Moisés contienen la historia de Israel, los eventos del Éxodo y el viaje en el desierto. Contienen una repetición de los Diez Mandamientos (Dt 5) y el material legal. Un tema principal del libro está expresado en, tiene que recordar la historia, porque por la historia, esta generación nueva va a entender, preservar y continuar su identidad y su relación única con Jehová.
Finalmente, con sus discursos Moisés quiere preparar al pueblo de Israel, la nueva generación, para su vida nueva en la tierra prometida. Pero su método no es una lista de instrucciones y reglas. No, la primera etapa es una comprensión de la historia de la primera generación; de las promesas divinas que formaron la primera generación porque sobre esta base, la nueva generación, puede entender sus responsabilidades y obligaciones en la vida nueva, al otro lado del río Jordán.